Tuesday, September 20, 2005

Capitulo 1

Capitulo 1


8: 14 a.m.


“Dios, que ruido tan raro hace ese pequeño dinosaurio” pensé “pequeño dinosaurio, soy un pedante hasta pensando” recapacité luego. De repente el reptil empezó a cantar “Dame más gasolina, me gusta la gasolina”… fue entonces cuando me acordé que la noche anterior César había estado tocando mi móvil, no sabría decir cuándo… ni dónde. “¿Qué hice ayer por la noche?”. “Gasolina, gasolina” el dinosaurio se había puesto de pie y se acercaba haciendo todo tipo de gestos obscenos a ritmo de reaggueton, a ambos lados del animal aparecieron dos clones de mi madre con el pelo a lo afro, minifalda y bikini. Entonces oí un fuerte golpe y comprendí que estaba durmiendo, pero aquella horrible música no dejaba de sonar. Sin duda lo que sonaba era mi móvil. Todo tenía sentido. César tocando el móvil la noche anterior y esa desagradable forma de despertarme, ¡claro! Esto era en realidad un legítimo contraataque. La noche anterior yo le había metido el despertador dentro del colchón y lo había programado para que sonara a las diez de la mañana, dos horas después de acostarse. En cualquier caso ese horrible móvil seguía sonando y por la escasa creatividad de César podía imaginarme perfectamente dónde estaba. Arqueé la espalda levantando el culo del colchón todo lo que mi pobre condición física me permitía, luego me deje caer con fuerza sobre la cama. De alguna manera el golpe había hecho que aquel sonido infernal parara, me dispuse a seguir durmiendo y a intentar recuperar el sueño justo antes de que el dinosaurio empezara a cantar. Estaba soñando que los hombres y los dinosaurios vivíamos en paz y armonía. Me tapé hasta el cuello y entonces oí la penetrante voz de mi madre gritando histérica “CONTESTA GILIPOLLAS O TE JURO QUE…”. Me levanté de un salto, quité todas las sábanas de un tirón y empecé a buscar el agujero que había utilizado César para meter el móvil en el colchón mientras que oía a mi madre gritarme ese tipo de cosas que… bueno… una madre no debe decir, más que nada porque también le incumben a ella. El caso es que finalmente, desesperado, decidí abrir yo mismo una vía de entrada a las profundidades de mi colchón. Procedo a meter el brazo hasta el hombro y durante algo mas de quince segundos arraso las vísceras del colchón en busca del móvil sin dejar de oír a mi madre y diciendo algo así como “espera mamá” o más bien “que te calles coño”. Finalmente me hago con el móvil y cuando voy a contestar ya esta sonando el “pi, pi, pi…”. Miré hacia la cama y vi lo que acababa de hacer con ella. Me quedé pensado “¿Cuánto cuesta un colchón?” porque obviamente iba a tener que comprar uno nuevo.

Me dirigí a la habitación de César para felicitarle por la broma. Cuando iba abrir a su puerta (después de aquello, la cortesía estaba descartada) aquella especie de garrote vil en forma de ruido con pretensiones musicales volvió a sonar. Aunque sabía perfectamente quién era, me tomé un segundo para intentar descubrir de que iba la canción, mis conclusiones fueron demasiado escandalosas (y no quiero empezar con eso desde el primer capitulo).

La cuestión es que cogí el teléfono sabiendo perfectamente de lo que iba aquello. Lo primero que oigo es “llevo un rato llamándote”, entonces es cuando yo le digo que no encontraba el teléfono y ella me pregunta “¿Qué pasa, que estabas dormido?”. La respuesta más lógica sería algo como “¿Qué coño crees que hace alguien que sale de trabajar a cuatro de la madrugada a las ocho catorce de la mañana?”, pero conociéndola la respuesta con premio es: “Me levanté hace un rato y ahora estoy en la calle, buscando otro trabajo”, y luego está mi elección de ese día: “Vete a la mierda” sin duda la peor de todas. Por supuesto me colgó inmediatamente, eso significaba que ese mes mi madre iba a tener una crisis y me iba llamar todos los días para decirme que estaba muy deprimida por mi culpa, y que se sentía como una mala madre.

Sin duda lo que me pone más de mala leche es este tipo de conversaciones con mi madre. Después necesito siempre un buen rato para recuperarme, así que me di la vuelta y me fui a mi cuarto para echarme un rato, se me había olvidado lo de la cama. Finalmente decidí echarme un rato en el sofá. Como sabia que no iba a pasar mucho sin que me volviera a llamar mi madre apagué el móvil. Nada mas acostarme me quedé dormido.

No comments: