Tuesday, August 01, 2006

Capitulo 8

Capítulo 8

André me llevó a un almacén en la parte de atrás del local. Me sentó en una silla y me ató. Yo no opuse ninguna resistencia, no quería ganarme otra caricia. Luego, entraron Julián y el pijo. André se acercó a un armario y sacó un maletín de médico, el armario parecía una taquilla, me hizo gracia pensar en ese hombre enorme entrando a trabajar con ese maletín que en sus manos parecía una cartera y cambiándose delante de la mini taquilla. Luego lo puso sobre una mesa cercana y miró a Julián asintiendo. Parecía como si lo hubieran ensayado mil veces, porque, sinceramente, no creo que lo hubieran hecho nunca de verdad. Después de toda esta especie de presentación empezaba la perorata de Julián. Parecía sacado de una película de espías. La verdad es que yo estaba acojonado pero tenía que mantener la calma. Sabía que Julián no iba mencionar la verdadera razón por la que yo estaba allí sentado. Por supuesto no le convenía que el pijo supiera que sin su gigante se cagaba en los pantalones.

- Habrás observado que André no parece de aquí.

- Pensaba que no sabia hablar- dije con poca fortuna intentado romper la concentración de Julián.

- André es un a joya que trajo mi tío de Bielorrusia. Aunque no lo parezca no se ha dedicado siempre a este tipo de negocios. De hecho es licenciado,… - expectación barata- licenciado en dentista…

- ¿Odontología?- señalo en pijo sonriéndome cómplice. Ya podía partirse el culo el muy hijo de puta, para mi aquello no era precisamente una buena noticia.

- Si,… eso- dijo Julián con cierto desdén.- André te sacara una muela por cada retraso, en el pago de tus mensualidades.

Al pijo se le cayó de golpe la sonrisa de estúpido. Tenía que hacer algo para evitar convertirme en el conejillo de indias de los pseudo experimentos comerciales de Julián.

- ¿Puedo tomar una copa antes? Para el dolor, ya sabes.- dije buscando la excusa mas absurda que seguramente pasó por mi cabeza.

- No digas tonterías. Venga André, no tenemos todo el día.

Creo que lo que mas me aterrorizaba de la situación era la cara del pijo. No se lo que él sabía o creía. Yo, simplemente rezaba por que todo aquello fuera solo un farol. André empezaba a sacar material quirúrgico del maletín mientras yo empezaba a buscar algo que pasara por mi cabeza que pudiera ser útil. Entonces apareció.

- André, por favor, acuérdate del juramento hipocrático.

El cabronazo empezó a reírse, Julián se quedo mirándonos con cara de no entender nada. Y el pijo que no podía mirar siquiera.

- Jajaja, no es la primera vez. Además, igual tenemos suerte y encontrarnos una muela picada.- pareció decir en una especie de español difícil de entender. El gigante parecía saber bien lo que se hacía.

Intentando crear algún tipo de vínculo afectivo con el mastodonte torturador, le grité pidiéndole que me diera algo de novocaína. Esta vez el que se rió fue Julián, conocía bien su negocio. André tuvo el detalle de anestesiarme con un bofetón, después de que yo le mordiera el dedo. Sacó una especie de pinza para mantener mi boca abierta, me resistí lo justo, no sirvió de nada así que desistí. Luego sacó unos alicates bastante feos. No tuvo ningún pudor en enseñármelos, incluso tubo el detalle jugar con ellos abriéndolos y cerrándolos. El solo recuerdo del sonido metálico al golpear me da dolor de cabeza,… y de muelas. Por detrás de la cabeza de André podía ver la cara sonriente y satisfecha de Julián. Me imagino lo feliz que se debía sentir en ese momento su diminuto cerebro.

Cuando las pinzas entraron en mi boca chocaron contra algunos dientes. La sensación me produjo una arcado seca. No creo que seamos siempre conscientes de que no estamos compuestos solo por carne. Las encías empezaron a sangrarme, podía sentir el sabor de la sangre. Una lágrima cayó por mi mejilla. Estaba tan asustado que ni siquiera podía sentir el dolor de la encía. Los alicates atenazaron una de mis muelas. Era como si aquello pasara a ser una prolongación de mi cuerpo. Empezó a retorcer los alicates aflojando la muela. El dolor era insoportable y me desmaye.